15 de septiembre de 2014

POR FIN EN INGLATERRA

Érase una vez un joven llamado Ioné que se fue a Inglaterra a trabajar de Au Pair. Su viaje estuvo lleno de problemas, pero las historias no importan como empiezan, si no como acaban. Ahora vamos a saber su historia.

Se nota que J.K. Rowling me llamaba para pedirme consejo, ¿ve
rdad?. Bueno ahora en serio, vaya viaje más agotador, y no me refiero al vuelo, que también, me refiero al cúmulo de sensaciones que he tenido en menos de 24 horas, totalmente agotador. Comenzando por el chek-in del equipaje. Estaba muy nervioso porque se cumplieran las normas de vuelo en cuanto a peso del equipaje, también hay que añadir que no tenía muy claro que mi billete para el viaje fuera totalmente válido al sacarlo a través de una touroperadora de Internet, por lo que al poner la maleta en la cinta recé para que todo fuera bien, pero no lo fue. La maleta pesaba nada más y nada menos que ¡¡34 kilos!!. El máximo en mi compañía aérea eran 20 kilos, por lo que me pasaba 14, a 10 euros el kilo empezábamos realmente mal el viaje. Mi corazón se paró, es verdad que llevaba suficiente dinero para pagarlo, pero lo reservaba para otro tipo de emergencias. Al ver que el chico del mostrador no me decía nada pensé que quizás no se había dado cuenta, pero el que no se había dado cuenta era yo. El problema era que la maleta del pasajero anterior no había salido de la cinta y se estaba contando también su peso. Cuando finalmente salió la otra maleta solo quedó el peso de la mía, 20 kilos exactos, me deberían dar un premio por eso.

Luego llegaron las despedidas. Las despedidas para mí puede que sean un poco menos duras que para otras personas, soy un tipo algo despegado y además no me iba a la guerra ni a un país donde sea difícil localizarme, solo tienes que hablarme por Skype y nos vemos, tampoco es que sea un tipo muy dado a los besos y abrazos, que es lo único que no podré hacer con mi familia, por lo que no fue muy duro.

Ya en el control de seguridad me hicieron sacar la tablet que tenía bien guardada en la maleta de mano, por lo que tuve que deshacer un poco la maleta y armé un lío allí tremendo, pero no es mi culpa.

El viaje fue cómodo, me tocó en la primera fila, así que tenía espacio para estirar mis largas piernas. No me llevé nada para comer así que tuve que comprarme el bocadillo más caro de mi vida, 5,50€, pero con el hambre que tenía valió la pena.

LA PESADILLA

En medio del vuelo consigo conectarme por fin con el anunciado WiFi gratis del avión, que era una basura. Hubiera preferido no hacerlo, porque lo que me llegó fue un e-mail de la Host Mum diciéndome que iba a llegar tarde a recogerme, que se le había roto el coche. Quizás si hubiera estado viajando desde Gran Canaria a Madrid para pasar un fin de semana me hubiera parecido un fastidio, pero después de dejarme tanto dinero en preparativos, tras cuatro horas y media de viaje, la idea de que quizás no me iban a recoger por algún otro motivo apareció en mi mente. Esa sospecha se volvió paranoia cuando descubrí que yo no le había dicho a la familia a qué aeropuerto iba, y al darme cuenta de que no preguntaron me puse realmente nervioso.

Llegué a Londres con esa sensación horrible de no saber qué iba a pasar, me sentí perdido al no ver mi vuelo en la lista de recogida de equipaje hasta que casi 20 minutos después de llegar por fin apareció el vuelo. No reconocí mi propia maleta al ir envuelta en el plástico protector del aeropuerto por lo que parecía un ladrón comprobando la maleta una y otra vez. No sé si fue esto o más posiblemente por mis pintas de yihadista que en el control de seguridad de Londres el policía me revisó varias veces el pasaporte y me preguntó de donde venía y a qué venía mientras me miraba de arriba a abajo varias veces. Finalmente me dejó pasar y cuando salí de la zona de llegadas ahí estaba mi Host Mum esperándome. Al final era verdad que se le había roto el coche y yo lo pude comprobar. La pesadilla había acabado, eso pensaba yo, pero luego no encontramos el coche. Tras casi media hora por fin lo encontramos y tras un viaje de 50 minutos por fin estaba en mi nueva casa.

Luego comprobé que si le había dicho que iba a Gatwick...

8 comentarios:

  1. Me he reído mucho!! Jajajaja, que saco de nervios llevabas!

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    1. Yo me reiré cuando se me pase el susto! Nervios todos los del mundo xD Un saludo crack!

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  2. Diooooosssss, pero que día más horrible jajaja Cuando pase el tiempo te reirás, me recuerda a una anécdota que nos pasó en la tormenta st jude, no sé si habrás leído la entrada, pero lo pasamos muy mal y ahora que lo recuerdo me descojono xD

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    1. Horrible es poco xD Pero bueno las cosas aquí han empezado geniales, vamos a ver que tal. No he leído esa entrada pero la buscaré ;)

      Un abrazo!

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  3. Vaya forma de empezar el año :)
    Luego te reiras pero vamos
    Suerte

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    1. Bueno he de decir que el primer día ha compensado la pesadilla de viaje! Pero aún me dura el susto xD Un saludo y gracias!

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  4. ¡Buenísimo! La verdad es que es un conjunto de emociones muy fuertes en tan poquito tiempo que deja agotado. Ahora empieza tu aventura. Estamos contigo. 100% au pair

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    1. ¡La verdad es que sí! El primer día lo pasé realmente agotado y menos mal que el café es legal porque si no mi cuerpo y sobre todo mi mente no hubiera aguantado tanta información con tan poca energía. Gracias como siempre Isabelle, significa mucho!

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